
Es un remolino cargado de vitalidad y alegria, anda y corre que se las pela, come muy bien y dormir no tanto, pero vamos mejorando.
Lo mejor es su forma de ser, es muy cariñosa y obediente, tiene bastante caracter pero es muy, muy noble, te habria encantado conocerla.
Un beso muy fuerte, Yaya.
Te echamos de menos.